Emprender es como saltar en paracaídas.
Donde en el primer salto «se te hace de noche».
Por allá en 2011, cuando compaginaba el estudio de mi querida Ingeniería de Minas y el trabajo como Policía Militar en el Ejército del Aire y del Espacio, me presenté voluntario para realizar el curso de paracaidismo, toda una experiencia digna de contar durante las noches de Erasmus.
Se dice que los primeros saltos en paracaídas son nocturnos, cuando la realidad es que saltas sobre las 11:00 del mediodía. Esto se debe a que el chute de adrenalina es tal, que actúas como un autómata, sin ser muy consciente de lo que haces y, sobre todo, te das cuenta de que no recuerdas los detalles después de un par de horas. ¡De ahí la expresión de «se te hace de noche»!
Esto es lo que pasa con el primer emprendimiento, actúas impulsado por la motivación y la dopamina de los primeros avances, primeros reconocimientos, etc, y muchas veces lo hacemos como autómatas, dejándote llevar por la corriente y el brilli-brilli, equivocándote de foco en muchas ocasiones.
Y esta es precisamente la principal diferencia cuando vuelves a asomarte al borde del avión y das el salto al vacío. Ya eres capaz de intuir el camino a seguir, priorizas el foco en tareas que realmente aporten valor, reduces los riesgos.
Compartida esta reflexión, hoy es un buen día: hemos recibido una muy buena noticia que próximamente compartiremos.
¡Sigamos saltando!
KEEPCOOL Juan Jose Caravaca Hernandez Antonio Soto Juan Maravillas Ortega Fernández